
La propuesta de ésta semana nos lleva al Parque Natural de Tejera Negra, en Guadalajara. En ésta época de otoño se muestra en todo su esplendor, donde la gama cromática estalla en la retina del viajero.
El camino que recorremos es la Senda de Carretas. Una ruta circular de unos 6 kilómetros para realizar a pie, apta para todos los públicos. Durante el recorrido, y si guardamos silencio, disfrutaremos de petirrojos, mirlos y lavanderas revoloteando y parloteando junto al río Lillas. El verde de los pinos silvestres y tejos se mezcla con el ocre y amarillo de los robles melojos a punto de perder su hoja regalándonos una paleta de colores que nos hipnotizará durante un rato.
Siguiendo los hitos que marcan el recorrido ascenderemos por un ladera siguiendo los restos de una calzada empedrada, que hace mucho transitaban las carretas de bueyes cargadas con el carbón vegetal elaborado con los troncos de las hayas.
Al final de la ascensión, acompañados de olmos, robles. abedules, brezos, codeso o hiniestas, llegaremos al mirador de la Pradera de Mata Redonda, donde podemos descansar, almorzar y disfrutar de la vista deslumbrante de la sierra que rodea el Parque.
La tercera parte del recorrido transcurre por un bosquete de hayas que ha sobrevivido a la tala para leña y al desbroce para pastos. El caminar pausado y atento nos permitirá ver setas de vivos colores, aves como los carboneros y herrerillos. Con mucha suerte y paciencia quizá nos regalen una vista un corzo, un lirón o un gato montés. Y quién sabe si en este paisaje de cuento de hadas nos sorprenda un duende…
Y recordad… que lo único que os llevéis de éste lugar sean fotos y excelentes recuerdos y lo único que dejéis sean las huellas de vuestras botas…
«Over the Northern Mountains» de Chronicles III por Mattias Westlund.
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