Falta apenas un mes para la celebración de los Carnavales. Para ir abriendo boca y por si alguien no tiene pensado que ponerse aquí podéis ver algunos modelitos lucidos en el Domingo de Carnaval de Cebreros.
En esta localidad abulense cada año invocan a Don Carnal en un estallido de color y fantasía, digno de los carnavales venecianos. Todo el pueblo se echa a las calles compitiendo en alegría, descaro y originalidad en un desfile que hace las delicias de todos.
¡Anímate! y acude a presenciar el desfile de este año 2014 que promete cumplir con las expectativas. Música, baile, vino y buenas compañías.
Navarra es una tierra cuajada de lugares maravillosos que visitar. Rincones llenos de historia y leyenda rodeados de un entorno natural de belleza embriagadora. Una tierra a la que es imposible no volver aunque sea con la imaginación y el recuerdo.
Desde el norte hasta el sur, de este a oeste, son tantas las sendas que recorrer, los puntos donde parar a descansar y observar, que lo mejor es dejar que el instinto te guíe y recorrer el territorio sin prisa, sin mapa. Os propongo solo unos lugares, pero hay muchos, muchos mas…
El inicio del Camino de Santiago elegido por la mayoría de los peregrinos en la Penínsulacolocan a Roncesvalles en primera página del turismo en los Pirineos. Los gruesos muros de la colegiata protegerán de un clima cambiante y duro al viajero y le trasladarán a un mundo de batallas y mitos. La derrota del todopoderoso Carlomagno marca este lugar de leyenda.
Parajes como el hayedo de la Selva de Irati invitan a perderse con la esperanza de encontrar seres mágicos tras los troncos de abetos y hayas. El valle del Roncal o de Baztán con sus monumentos megalíticos y cuevas nos trasladan a un tiempo donde la brujería era algo más que leyenda. Monasterios como el de Leyre, Irantzu, La Oliva o Tulebras, forman bellos conjuntos monumentales que arropan a quién busca silencio y tranquilidad.
Pueblos como Olite o Artajona, son muestras del carácter combativo y el amor que por su tierra sienten los navarros, capaces de reconstruir casi íntegramente poblaciones arrasadas por la guerra y la barbarie.
Caminar por la Serranía de Cuenca es toda una aventura, rincones y parajes que parecen ciudades moldeadas en la roca por gigantes, como las Majadas, la otra Ciudad Encantada. Entre bosques eurosiberianos de tilos, acebos y tejos -los últimos de este tipo en nuestra península- los amantes de observar aves encontrarán numerosos ejemplares. En sus bosques habitan alimoches, águilas reales, halcones peregrinos, búhos reales y buitres leonados y la rara águila perdicera. En sus ríos abundan la trucha común y albergan especies autóctonas como el barbo, la bermejuela y el cachuelo.
Sobre una fortaleza medieval, se inicia la construcción del actual castillo a mediados del s.XV, perteneciendo desde entonces a una misma familia. Una de sus propietarias, Eugenia de Montijo, emperatriz de Francia al desposarse con Napoleón III encargó unas reformas que dejaron un aire francés en el castillo.
El recinto exterior del castillo, amurallado y de forma pentagonal, se une con las murallas que descienden hasta el pueblo de Belmonte. Una portada gótica nos recibe en el acceso principal. La fortaleza dentro de ese recinto está compuesta por tres cuerpos formando un triángulo, formado por la torre del homenaje, y seis torres circulares. En el interior se conservan habitaciones, galerías, la capilla, y varios arcos. Algunos de estos elementos son originales, y otros forman parte de las reformas llevadas a cabo en el siglo XIX, en estilo neogótico.
COLEGIATA DE BELMONTE
En lo alto de una colina de Bellomonte se alza la Colegiata de la Iglesia de San Bartolomé, del siglo XV, construida sobre un antiguo templo visigótico. En su pila sagrada fue bautizado el poeta fray Luis de León. Un órgano del siglo XVIII aún está a pleno rendimiento en ocasiones muy especiales. La sillería del coro fue realizada por Egas Cueman, y destacan sus hermosas filigranas talladas encima y bajo los asientos: figuras religiosas, animales fantásticos y alegorías de vicios y virtudes. El Retablo Mayor es una obra magnífica, así como cuatro hornacinas de alabastro, sepulcros de familiares del Marqués de Villena y las estatuas orantes que rodean las tumbas.
En el corazón del populoso barrio madrileño de Vallecas se encuentra este establecimiento que con tanto mimo cuida Antonio Cosmen. Hombre de trato cordial nos abre las puertas de su cocina para mostrarnos el secreto de un plato contundente y muy tradicional: El Cocido Madrileño. Un plato de toda la vida elaborado con productos de primera calidad y dando el tiempo que cada ingrediente necesita.
En el vídeo realizado junto con Luis Greciano para Próxima TV pueden descubir el procedimiento y abrir el apetito.
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